jueves, 26 de mayo de 2016

La ruta de El secreto de Zalamea

Hola de nuevo.

Hoy os propongo una guía de viaje: la de la ruta de El secreto de Zalamea.

Una guía de viaje

¿Por qué hacer una especie de guía de viaje para los lectores (y los no lectores) de El secreto de Zalamea? Porque puede ser una forma amena de recorrer los escenarios de la novela en un tiempo óptimo (por lo general un día es más que suficiente, aunque depende del nivel de detalle con el que se quiera visitar cada lugar).
Cabecera del mapa de la ruta
He aprovechado el mapa que hice (ya conté el cómo se hizo en otro artículo del blog) para dibujar y facilitar el viaje. He hecho la ruta lo más lineal posible para que no haya que recorrer más kilómetros de los necesarios avanzando y retrocediendo, si bien es cierto que de este modo no seguiremos el orden de los acontecimientos de la novela.

Ruta completa (elaboración propia)
En fin, que ahora toca viajar y aquí tenéis el camino a seguir.

Etapa 1: de Villanueva a Magacela
Unos dieciséis kilómetros, quince minutos en coche. Visitas: diez minutos en Villanueva de la Serena; veinte minutos en el dolmen de Magacela. Visitas opcionales: entre una y dos horas.

Etapa 1 marcada en el mapa
Comenzamos nuestra ruta en Villanueva de la Serena, en la avenida de Chile. Allí se encuentran las dependencias de la Guardia Civil, en las que pasa un tiempo detenido como sospechoso uno de los personajes de la novela (no voy a desvelar quién). Por cierto, cuando sale libre unas cuantas sorpresas le esperan en la acera junto al cuartel... Si nos apetece podemos pasear por los alrededores del cuartel y rememorar (si lo hemos leído) cómo otro personaje de mi obra espera la salida del detenido con un acompañante muy especial y la reacción de éste al salir de los calabozos.

Etapa 1: detalle

Desde allí nos dirigiremos al sur, en dirección a Magacela por la carretera EX-347 que va hacia la población de La Haba. En La Haba encontraremos un desvío hacia la izquierda que por la carretera BA-084 nos conducirá al entorno de Magacela. Podríamos parar a visitar el casco histórico y el castillo de Magacela pero realmente estos no son escenarios de El secreto de Zalamea, por lo que pasaremos de largo junto al pueblo, hasta un cruce en el que giraremos a la izquierda por la EX-348 (dirección La Coronada). Poco después quedará a nuestra derecha el dolmen de Magacela con sus misteriosos grabados muy bien señalizado con hitos junto a la carretera. Podemos aparcar en el arcén y bajarnos para pasear junto al dolmen y observarlo de cerca.

Una de las visitas de la etapa 1
El trayecto dura unos quince minutos (sobre dieciséis kilómetros) y también es opcional visitar a pie la cercana ermita de Los Remedios, lugar del que regresaban las vecinas que encuentran el primer cadáver de la novela.

Después retrocedemos desde el dolmen de Magacela por la misma EX-348 por la que vinimos y giramos a la izquierda en las primeras casas que encontramos. Allí encontramos el barrio de Los Pajares que los personajes atraviesan en una persecución de coches que incluiremos en una de las próximas etapas de la ruta.

Etapa 2: de Magacela a La Mata
Unos ocho kilómetros, poco más de quince minutos en coche. Visita: entre treinta minutos y una hora.

Etapa 2 marcada en el mapa
Desde el mencionado barrio de Los Pajares podemos dirigirnos hacia la casa protohistórica de La Mata por la carretera de Magacela a Campanario. Son poco más de quince minutos (unos ocho kilómetros). Justo antes de llegar a la vía del tren sale un camino de tierra hacia la derecha por el que llegaremos a la casa protohistórica de La Mata. Este yacimiento está cercado y el horario de visitas está algo restringido, pero se puede ver  relativamente bien desde fuera y el entorno es espectacular en paisajes y paz ambiental.

Etapa 2: detalle

En El secreto de Zalamea hay una escena importante en este yacimiento. Cuando el protagonista y su becaria van allí a visitar la escena de un crimen detectan la presencia de un vehículo y comienza una persecución anteriormente mencionada que les conduce al cercano barrio de Los Pajares de Magacela. Reproducir esta persecución (sin sobrepasar ningún límite de velocidad, por supuesto. Tan solo rodaríamos despacio por la ruta de regreso a Magacela) es una opción reflejada en el mapa de la tercera etapa de esta ruta, aunque no la recomiendo por no perder tiempo, ya que acabamos de recorrer este trayecto a la inversa.

Una de las visitas de la etapa 2
Etapa 3: de La Mata a Cancho Roano
Unos treinta kilómetros, cuarenta minutos en coche. Visita: entre una hora y hora y media.

Etapa 3 marcada en el mapa
Mi recomendación es que volvamos por el camino de tierra que nos trajo a La Mata y, una vez alcancemos la carretera asfaltada giraríamos a la derecha en dirección a Campanario (hay una ruta opcional volviendo hacia Magacela que además nos permite rememorar como decíamos más arriba la persecución en coche del libro, pero personalmente prefiero seguir el trayecto que pasa por Campanario). La distancia total a recorrer es de unos treinta kilómetros y tardaremos unos cuarenta minutos. 

Etapa 3: detalle
La estrecha carretera que va de Magacela a Campanario nos llevará hasta el mencionado pueblo donde giraremos a la derecha al alcanzar la EX-104 y enseguida cogeremos la EX-115 en dirección a Quintana y Zalamea de la Serena.

Poco antes de llegar a Quintana de la Serena hay una redonda en la que recomiendo (no por otro motivo sino porque me gusta a mí así) coger la EX-346 que nos hace atravesar el pueblo y nos permite contemplar el ambiente del mismo, al igual que pudimos hacerlo al pasar por Campanario. 

Una de las visitas de la etapa 3

Una vez atravesada Quintana de la Serena la carretera pasa a denominarse EX-114. Y pocos kilómetros después (justo en el  punto kilométrico tres de esta vía) hay un camino rural a la derecha que nos lleva directamente a Cancho Roano (unos doscientos cincuenta metros antes un hito junto a la carretera nos indica la cercanía del desvío). Este camino de tierra nos lleva directamente a este yacimiento ilipense que algunos investigadores relacionan con la Atlántida y sus supervivientes.

Aquí recomiendo aparcar bajo una gran encina, bajar del coche y visitar tanto el centro de interpretación como las ruinas del templo tartesio que allí se encuentra.

Etapa 4: de Cancho Roano a Hotel Trajano
Unos cinco kilómetros, casi diez minutos en coche. Visita: entre media hora y dos horas.

Etapa 4 marcada en el mapa
Una vez visitado Cancho Roano regresaremos a la EX-114 por el mismo camino rural y giraremos a la derecha, en dirección a Zalamea de la Serena. A unos cuatro kilómetros encontraremos una redonda en la que hay un monumento al dístylo romano de Zalamea, tomaremos la primera salida por la carretera EX-103 y enseguida, a apenas veinte o treinta metros, tendremos a la izquierda el parking del hotel Trajano.
Etapa 4: detalle

En este hotel se alojan la mayor parte de los personajes de El secreto de Zalamea, ya que la mayoría son arqueólogos que están de paso por haber excavado en alguna ocasión en el yacimiento de Cancho Roano. También cenan con frecuencia en la terraza del hotel, aprovechando que es verano y refresca por la noche.


Suponiendo que hayamos empezado la ruta a las nueve de la mañana y según lo que nos hayamos demorado en las visitas anteriores habremos llegado sobre las 12:00 o 12:30 al hotel Trajano, hora perfecta para tomar un almuerzo o aperitivo en su cafetería, o sobre las 14:00 o 14:30, en cuyo caso sugiero quedarnos a comer allí. En cualquiera de los dos casos podremos consumir algunos de los bocadillos o platos que los protagonistas de El secreto de Zalamea se zampan en la novela.

Etapa 5: de Hotel Trajano a Zalamea de la Serena centro
Unos dos kilómetros y medio y ni cinco minutos en coche. Varias visitas: entre una y cinco horas o más.

Etapa 5 marcada en el mapa
Salimos del hotel Trajano hacia la derecha y en la redonda adyacente al hotel tomamos la primera salida en dirección a Zalamea. A menos de dos kilómetros encontraremos otra redonda en la que tomaremos la primera salida en dirección al centro de Zalamea de la Serena por la calle Fuente (evitamos así la circunvalación). Esta población, capital cultural de la comarca de La Serena, es el destino final de la ruta de El secreto de Zalamea, ya que la mayoría de escenas de la novela se desarrollan en sus calles.

Etapa 5: detalle
Podríamos aparcar desde el principio junto al Ayuntamiento y visitarlo todo andando, pero yo voy a optar por movernos en coche por las primeras paradas de esta etapa, al menos hasta llegar a la plaza Calderón de la Barca. A partir de ahí, sí que sugiero visitar el resto andando.

Como decía, en Zalamea haremos varias paradas en el orden en que encontramos los lugares viniendo desde el hotel Trajano. Comenzamos.

Cuartelillo: tras pasar la redonda anteriormente indicada a cien o doscientos metros de la misma, a la derecha, queda el puesto de la Guardia Civil, donde transcurren algunas escenas de El secreto de Zalamea. Al tratarse del tipo de instalación de que se trata no podremos acceder a la misma, por lo que me limitaría a recomendar que pasemos de largo sin detener el coche.

Bancos tras gasolinera: si seguimos por la calle Fuente, a unos quinientos metros a la derecha encontramos una pequeña gasolinera tras la cual hay un parquecito con unos bancos para sentarse. Nuestros protagonistas tienen uno de los más tensos interrogatorios a uno de los sospechosos en ese entorno. Podemos detener nuestro vehículo y sentarnos unos minutos en los bancos de la plaza, antes de continuar por la misma calle por la que veníamos.

Plaza Calderón de la Barca: a unos cien metros de la anterior parada nos encontramos con la plaza Calderón de la Barca en la que también transcurren algunas de las escenas de El secreto de Zalamea, entre otras cosas porque enfrente está el hostal en el que se alojan algunos personajes de la novela. Recomiendo igualmente aparcar el coche (y aquí lo dejaría e iría andando al resto de sitios), pasear por el jardin, y sentarnos en algún banco a tomar el pulso de la vida de Zalamea.

Hostal Calderón de la Barca: ya que estamos en la plaza homónima solo tenemos que cruzar la calle y visitar este acogedor hostal, en el que se alojan algunos de los personajes de la novela y donde también comen y beben buenos vinos durante la investigación. Al igual que sugerí almorzar o comer en el Trajano, también recomiendo comer o cenar en el restaurante de este hostal (dependiendo de lo que hayamos hecho en el Trajano, si almorzamos allí, comeremos ahora aquí; si comimos allí, podemos dejar esta visita para más tarde y al regresar a por el coche aprovechamos para merendar o cenar).

Plaza Constitución: caminando abandonamos el hostal y la plaza Calderón de la Barca, pasamos junto al ayuntamiento y subimos por una calle adoquinada llamada San Francisco, que es la que recorren en sus andanzas nuestros personajes (pasaremos junto a la librería comercial Ficus, donde se puede conseguir un ejemplar de El secreto de Zalamea). Tras pasar una pequeña plaza localizamos la calle Feria y seguimos subiendo hasta el entorno de la plaza Constitución en la que los bancos para sentarse nos recuerdan todas y cada una de las constituciones de las que ha gozado (o sufrido) nuestra querida España.

El alcalde de Zalamea representado por los vecinos de Zalamea

En este entorno tendremos localizables varios lugares de la novela, además de la propia plaza en la que se representa El alcalde de Zalamea cada año en agosto. Destacaría el café Dístylo, donde recomiendo tomar un pequeño refrigerio o copa, así como el monumento funerario situado junto a la iglesia consistente en un dístylo romano con casi dos mil años de antigüedad, escenario de uno de los crímenes de El secreto de Zalamea.

Esquina castillo (frente al bar Castillo): desde la plaza Constitución nos dirigimos hacia arriba por la calle Cárcaba hasta donde esta se cruza con las calles Baillo y Pilar. Frente al bar Castillo (donde también podemos tomarnos algo), en ese cruce de calles, se produce una de las escenas más surrealistas de la obra, cuando dos sospechosos se insultan entre sí.

Obra de teatro "El alcalde de Zalamea": considero esta una parada excepcional ya que solo está disponible durante dos o tres días al año. Pero en caso de coincidir en las fechas en que se representa, no os la perdáis porque merece la pena.


Ruta completa animada
Etapa extra: Plasencia
Unos 220 kms, casi dos horas y media en coche. Visita: entre una hora y el día completo.

Los protagonistas de El secreto de Zalamea hacen una breve parada en Plasencia (provincia de Cáceres) por motivos puramente "gastronómicos". El destino es el bar Eclipse, junto al Carrefour.

El "problema" (que no lo es) es la distancia. Está a más de doscientos kilómetros de Zalamea de la Serena, parte de ellos por carreteras secundarias, lo que la sitúa a más de dos horas de conducción. Ahora bien, si nos salimos de las rutas que recomiendan los GPS podríamos incluso dividir el trayecto en varias etapas que nos permitieran visitar lugares como Trujillo y el salto del Gitano en Monfragüe, entre otros. Una ruta, sin duda, fascinante.

Y un ejemplar de El secreto de Zalamea para acompañar la ruta ;)

Una vez en Plasencia, y dejando a un lado el escenario placentino de El secreto de Zalamea comentado más arriba, se puede visitar la ciudad (son dignas de visitar sus murallas, el acueducto y sus dos catedrales, entre otros atractivos turísticos). Además, también se puede acceder desde allí al valle del Jerte (famoso por la floración de sus cerezos en primavera) y a la comarca de La Vera (conocida por el pimentón que fabrican). Tampoco estaremos demasiado lejos de otros destinos turísticos muy valorables, como el Parque Nacional de Monfragüe (que ya habríamos visitado si sorteamos la robotización del GPS y nos dejamos llevar por la magia de las carreteras extremeñas) o el Monasterio de Yuste (en la mencionada Vera), entre otros.

Despedida

En fin, esta es la ruta más completa de El secreto de Zalamea que os puedo proponer. Espero que os animéis a hacerla y me contéis vuestra experiencia. Y sobre todo, prudencia al volante.

Un saludo desde mi escondite y hasta la próxima entrada del blog.

jueves, 19 de mayo de 2016

Representación de El alcalde de Zalamea en Zalamea de la Serena

Escenarios de El secreto de Zalamea: la representación teatral de El alcalde de Zalamea

Calderón de la Barca escribió la versión más conocida y extendida de El alcalde de Zalamea. Sin embargo hay antecedentes de esta obra como la versión previa de Lope de Vega, y hay incluso algún recalcitrante que discute si la Zalamea de dicha historia es Zalamea de la Serena (Badajoz) o Zalamea la Real (Huelva). No vamos a entrar aquí a dilucidar esta cuestión, pero lo cierto es que la mayoría de expertos, por las pistas que deja Calderón en su texto, otorgan a la población pacense la ubicación definitiva de la trama (de hecho, a día de hoy los académicos no tienen ninguna duda al respecto). Y es por ello que sus vecinos, orgullosos del protagonismo que el afamado libro les otorga, actúan cada mes de agosto frente a miles de espectadores para representarla.

Un momento de la representación de 2013
Os preguntaréis por qué le dedico un artículo a esta obra de teatro representada por los vecinos de Zalamea de la Serena. La respuesta no puede ser más simple: porque es uno de los acontecimientos importantes de mi novela El secreto de Zalamea (ver vídeo). Para empezar, Alicia Herrero, primer personaje asesinado de mi obra y responsable de reunir en Zalamea a los invitados a su fiesta de cumpleaños, había planificado una semana con ellos en la que el colofón consistiría en ver todos juntos la función del viernes de El alcalde de Zalamea. Así las cosas, con Alicia fallecida, los invitados deciden cumplir su deseo y, cerca del final del libro la mayoría van a ver la obra calderoniana, donde uno de ellos, además, tiene la intención de interrumpir la actuación y desvelar públicamente la identidad del autor de los crímenes. Lo que sucede a continuación es, cuanto menos, sorprendente, como bien saben los lectores de El secreto de Zalamea. Pero no voy a desvelar más, así que volvamos a lo que nos ocupa que es conocer más sobre la representación vecinal de El alcalde de Zalamea que, por cierto, ya ha recibido varios premios y menciones.

Los escenarios

Desde 1994, si mi memoria no me falla, los vecinos de Zalamea representan la obra en la plaza de la Constitución.

Plaza de la Constitución de Zalamea. Al fondo los escenarios, la iglesia y el dístylo
En este lugar sitúan varios escenarios sobre los que desfilan tanto los personajes principales como un nutrido grupo de figurantes de la localidad (más de quinientos).

Escenarios de El alcalde de Zalamea frente al dístylo romano y la parroquia de los milagros
La propia plaza, cubierta de tierra, es un escenario más en el que, además de los protagonistas de El alcalde de Zalamea, desfilarán rebaños, caballerías, soldadesca, ciudadanos y comerciantes varios.

Detalle de la plaza de la Constitución: escenario de tierra batida
Calentando el ambiente en las calles

Antes de la representación de la obra, durante el resto del día, vecinos y vecinas del pueblo actúan por las calles recreando escenas de la época (recordemos que El alcalde de Zalamea se ambienta a finales del siglo XVI, en el verano de 1580 si los cálculos y memoria no me fallan).

Recreaciones del siglo XVI: las lavanderas I
Mientras soldados a pie y en caballería, así como el propio rey don Felipe II, desfilan por las calles de la población (no pude sacar fotos de esto), un grupo de lavanderas cantan y discuten durante sus quehaceres.

Recreaciones del siglo XVI: las lavanderas II
Con mucha gracia y profesionalidad, las ilipenses deleitan a los visitantes con divertidas rimas y canciones en un rincón decorado cual orilla del río Cagancha.

Recreaciones del siglo XVI: las lavanderas III
También los bordados y el encaje de bolillos son fielmente recreados por otras mujeres vestidas de época.

Recreaciones del siglo XVI: encajeras I
Con gran maestría estas mujeres elaboran sus creaciones en plena calle, a la vista de todos.

Recreaciones del siglo XVI: encajeras II
De este modo turistas y autóctonos las contemplan durante la labor, que realizan con maestría y una gran sonrisa en sus rostros.

Recreaciones del siglo XVI: encajeras III
La representación

Y por fin cae la noche, llega el frescor y, previa adquisición de las correspondientes entradas, el público comienza a llenar las gradas dispuestas al efecto. La capacidad de este teatro al aire libre supera ampliamente las dos mil plazas. Y se llena.

Parte de las gradas del recinto al aire libre, fotografiadas desde otra grada
Si no me falla la memoria la actuación se celebra tres veces cada año durante una semana de agosto, de la forma en que explico a continuación: el jueves se hace una representación para familiares, amigos y vecinos de Zalamea. El viernes y sábado se representa para el público general, mayoritariamente procedentes de fuera, y con su correspondiente venta de localidades.

Últimos preparativos minutos antes del inicio de la representación
Por lo que sé, durante el año los vecinos (que aunque no son mayoritariamente profesionales ejecutan su actuación con gran profesionalidad) continuamente ensayan y preparan sus papeles.

Preparativos finales
Además, unos días antes del estreno (y durante el resto del año en diversas ocasiones) trabajan con el director profesional de la obra que termina de redondear la representación para que todo salga perfecto.
La única foto que hice durante la representación, al inicio
Y lo hacen tan bien que hasta me olvidé de tomar fotos durante la actuación (solo hice una al principio, la que podéis ver aquí arriba, si hubiera sacado más fotos las pondría aquí pero, como veis, me absorbieron totalmente).

Y esto es, en esencia, lo que sucede durante una semana de agosto en Zalamea de la Serena.

Hasta la próxima entrada.

jueves, 12 de mayo de 2016

Hoteles y pueblos de El secreto de Zalamea

Escenarios de El secreto de Zalamea: hoteles y pueblos

En este artículo resumiremos los escenarios de la novela El secreto de Zalamea, acompañándolos de enlaces que permitan ampliar información sobre los mismos (muchos de estos enlaces se dirigen a artículos de este mismo blog).

Y es que los protagonistas de El secreto de Zalamea, al no ser oriundos de la zona sino investigadores, se alojan en dos hoteles de Zalamea de la Serena. Por supuesto, hay más hoteles en la localidad, pero concentré a los personajes en esos dos, tal vez por la relación del nombre de los mismos con la trama.

Tomando notas en Cancho Roano
Por supuesto he visitado los dos establecimientos, aunque sin llegar a alojarme (en uno sí me alojé después de publicarse la novela). Al menos disfruté de sus áreas comunes, lo que incluye cafetería/comedor. Me documenté sobre las cartas de los restaurantes y algunos datos más, aunque algunas informaciones que doy en mi obra son inventadas por motivos meramente literarios.

Hotel Trajano

Uno de los escenarios de El secreto de Zalamea es el hotel Trajano, emperador romano al que está dedicado el dístylo de Zalamea, uno de los escenarios de la novela. Está a las afueras del pueblo y dispone de una amplia terraza. En él se alojan varios arqueólogos y el protagonista, Mauricio Alonso.

Hostal Calderón

El otro establecimiento es el hostal Calderón, en referencia al autor de El alcalde de Zalamea cuya obra se representa en una de las escenas de El secreto de Zalamea. En él se alojan también algunos arqueólogos, así como Elena Garzón, la becaria ayudante de Mauricio.

Zalamea de la Serena


Centro neurálgico de la acción, la mayoría de las escenas transcurren en sus calles o en su término municipal. Tiene casi cuatro mil  habitantes, de los cuales un importante porcentaje actúan en la representación teatral de "El alcalde de Zalamea". Además de los hoteles mencionados, estos son los principales escenarios de la novela en Zalamea:

Yacimiento arqueológico de Cancho  Roano (en el término municipal).

Cancho Roano: detalle
Casa cuartel de la Guardia Civil.

Plaza de Calderón de la Barca.

Alrededores del castillo de Arribalavilla.

Zona de la calle Fuente.

Plaza de la Constitución con su dístylo romano y como escenario en el que los vecinos del pueblo representan la obra de teatro de "El alcalde de Zalamea".

Momento de la representación de "El alcalde de Zalamea" en Zalamea
Campanario

Campanario tiene una población de unos cinco mil habitantes y su papel en El secreto de Zalamea se centra en un escenario de carácter arqueológico: el yacimiento arqueológico de La Mata.

Magacela

Con algo más de quinientos habitantes los escenarios de la novela localizados en Magacela son los siguientes:

Dolmen de Magacela.

Parte de Magacela y Los Pajares desde el castillo
Barrio de los Pajares.

Magacela desde Los Pajares

Magacela vista desde las cercanías del dolmen
La comarca de La Serena y otros escenarios

La mayoría del resto de escenas se desarrollan circulando por las carreteras de la comarca pacense de La Serena, o en la casa cuartel de la Guardia Civil de Villanueva de la Serena. Aunque hay alguna escena suelta ambientada en Madrid y en la ciudad cacereña de Plasencia.

Esto es todo por ahora, hasta la próxima entrada.

jueves, 5 de mayo de 2016

¿Un antiguo oráculo en Extremadura?

Escenarios de El secreto de Zalamea: el dístylo romano de Zalamea de la Serena

Otro de los escenarios importantes en la novela El secreto de Zalamea es el dístylo romano que hay en la plaza de la Constitución y, también, el propio entorno de la misma, ya que en ella se celebra todos los años la representación de El alcalde de Zalamea, representado por los propios vecinos del pueblo y durante la cual sucede una de las escenas del libro.


Vídeo: el dístylo de Zalamea y su entorno en la plaza


Ahora bien, ¿nos pone este dístylo en la pista de un antiguo oráculo en la comarca de La Serena? ¿Podría haberse ubicado este oráculo en el templo tartesio de Cancho Roano?

Vamos a conocer un poco la historia de este dístylo, acompañando el texto, como viene siendo habitual, de fotos y de vídeos y, de paso, vamos a dilucidar la existencia o no en la antigüedad de un oráculo en la zona.

El dístylo romano de Zalamea de la Serena

¿Qué es un dístylo? Se trata de un monumento sepulcral. Se construiría en honor al emperador romano Trajano, que era originario de la península ibérica (nacido muy cerca de Sevilla). Se compone de un podio sobre el que se levantan dos columnas corintias (una de ellas se conserva incompleta) y el conjunto mide casi veinticinco metros de altura.

Maqueta del dístylo de Zalamea
¿Qué tiene de peculiar este monumento sepulcral?

Lo primero que cabe reseñar sobre este dístylo es que es ÚNICO en europa occidental y, por supuesto, en la península ibérica. No hay nada igual en las cercanías. Para encontrar algo similar hay que irse, por lo menos, a Grecia.


Vídeo: el dístylo romano de Zalamea

El oráculo de Delfos

El referente más cercano al de Zalamea lo tenemos, como decía, en Delfos (Grecia). Concretamente en el templo de Apolo, sede del oráculo de Delfos, el más importante del mundo griego. Un monumento similar al de Zalamea apareció en tan mágico lugar.

Desde luego, no es el único, pero ya hay que irse fuera de Europa, a sitios como Siria o Iraq, para encontrar otros dístylos similares. Sin embargo, en territorios europeos, tenemos, como digo, tan solo dos dístylos localizados, y uno de ellos está en la sede de un oráculo. Esto me hizo plantearme si no habría algún tipo de relación entre la existencia de estos centros adivinatorios y este tipo de construcción.

¿Un oráculo en Cancho Roano o en Zalamea?
 
¿Habrá, por tanto, alguna relación entre Cancho Roano y el dístylo? Vale, ni las cronologías ni las culturas coinciden, diréis. Y tenéis razón. Como es obvio, el dístylo romano ilipense se construiría siglos después del abandono del templo tartesio de Cancho Roano. ¿Pero y si los romanos (que probablemente copiarían esta estructura de la cultura griega) sabían algo del pasado del territorio que ocupaban? ¿Y si conocían de la existencia de un antiguo oráculo en algún lugar de La Serena extremeña? ¿Y si quisieron imitar lo que en Delfos habían encontrado en su día?

Al fondo el dístylo de Zalamea
Veamos algunas pistas:
  • En Delfos aparecieron muchas estuatillas y exvotos varios. Entre ellos una mujer desnuda abierta de piernas sentada sobre un trípode, lo que me recuerda a la esquemática mujer embarazada del altar de Cancho Roano. Además de muchas estuatillas de toros... 
    ¿Mujer embarazada abierta de piernas? ¿Sobre un triángulo / trípode?
  • Esto último nos lleva a Creta, una de las hipotéticas sedes de la legendaria Atlántida. Y es que la influencia de la civilización  micénica en el culto a Apolo en Delfos parece más que contrastada.  El mito cuenta que Apolo se convirtió en delfin (de ahí podría venir el nombre de Delfos) para atraer a un barco cretense y hacer que sus ocupantes se convirtieran en sacerdotes del nuevo templo. Pero dejando aparte los mitos, solo se han encontrado pruebas de que el culto al Apolo délfico se llevase a cabo en Creta en época micénica. Demasiadas coincidencias y, de nuevo la conexión atlante.
  • Hay teorías que hablan también de la herencia atlante de Cancho Roano, e identifican lo que parece un escudo en la estela de Cancho Roano con una representación de la Atlántida en la que el templo de Poseidón estaría en el centro. Mientras, en Delfos, está el templo de Apolo. Ahora bien, ¿son lo mismo Poseidón y Apolo? Desde luego que no, pero parece ser que Poseidón pudo ser una de las divinidades del templo de Delfos que luego se consagrara a Apolo. Además, ambos colaboraron por orden de un ofendido Zeus en la construcción de las murallas de Troya. ¡Las murallas de Troya! Significativo. En fin, lo de estas murallas no parece que tenga mucho que ver con lo que estamos tratando, pues es otro capítulo del que hablaremos dentro de algunos años (sí, años) porque ahora no procede. Pero cuadrará, ya os adelanto que todo esto cuadrará en uno de mis próximos libros. Y hasta ahí puedo "leer".
¿La atlántida o un escudo?
Delfos, Creta, Atlántida, Doñana... siempre la Atlántida... Y no voy a extenderme pero podríamos hablar también de Hércules y sus misiones en la península ibérica (robar el ganado de Gerión y las manzanas de las Hespérides), con todo el significado de las mismas (ganadería y agricultura podrían tener su origen en territorio tartesio -o atlante- y desde ahí haber sido extendido por los griegos al resto del mundo, contraviniendo a toda la historiografía científicamente aceptada) en cuanto a lo avanzado de la cultura en aquel rincón del mundo. La cuestión es que todo parece apuntar a que una especie de oráculo pudiera haber ejercido en un extraño y peculiar edificio totalmente fuera de lugar llamado Cancho Roano (igual que el dístylo también es una construcción inusual en la zona -y tan inusual), o en otro templo aún por descubrir. Y también podría pasar que tras el abandono de Cancho Roano, el oráculo ejerciera en algún sitio cercano al sepulcral dístylo. Quizás debajo de la iglesia de nuestra señora de los Milagros, adyacente al romano monumento, queden los restos de un templo dedicado a Apolo o a Poseidón, Atenea, etc., en el que se estableciera un oráculo de larga tradición. El reto está en encontrar las pruebas que confirmen esta teoría.

El dístylo, la iglesia y los escenarios de El alcalde de Zalamea


Teatro y dístylos

Por cierto, entre los hallazgos arqueológicos en torno al mencionado templo de Apolo en Delfos, además de un monumento sepulcral similar al dístylo ilipense, apareció un teatro (ver mapa). Y, casualmente (¿causalmente?), junto al dístylo romano de Zalamea se celebra en la actualidad ¡una obra de teatro! ¡Ni más ni menos que la representación de El alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca! Curioso, ¿verdad?


El escenario de El alcalde de Zalamea frente al dístylo



Meras casualidades o auténticas causalidades, el oficio de escritor me obliga una vez más a elucubrar, imaginar y especular sobre la base de lo que conocemos para abonar el universo del misterio y de los sueños que podrían hacerse realidad.




Vídeo: acercamiento al dístylo con campanadas...

Espero que os haya gustado este artículo, os dejo con un par de artículos en los que conocer más sobre el dístylo ilipense.

Enlaces

Un artículo de Caminos de cultura.

Otro artículo, esta vez de Iberia mágica.

El dístylo de Zalamea al fondo
Hasta la próxima.